Los compañeros empleados del Museo de Arte Moderno de la Casa de la Cultura, me invitaron a un paseo especial por la provincia costera de Esmeraldas. Sin duda fueron momentos inolvidables.
Esmeraldas ofrece a los turistas muchos lugares especiales para visitar como también su gastronomía y la rumba que por cierto es espectacular.
Playas, excelentes platos típicos, fiestas y cócteles, son los ingredientes para disfrutar de paseos inolvidables por muchos lugares.
Con los compañeros recorrimos museos, celebramos a “punte guitarra” la amistad, disfrutamos de un delicioso aguardiente y bailamos hasta el amanecer.
Recorrer los ríos y conversar con su gente son ingredientes que no pueden faltar.
ANÉCDOTA
Para nosotros los que somos de la sierra y viajamos a la costa, lo primero que se hace es tomar mucha cerveza y en la noche mientras cantamos alegremente celebramos con un aguardiente que no puede faltar. Pero con traguitos demás y al día siguiente el coordinador nos despierte y en tremendo “chuchaqui” nos invite a viajar en canoa hasta un museo perdido en la agreste vegetación y con un sol espectacular, eso es verdaderamente matador. Todos al final quedamos dormidos en la canoa y otros compañeros sonámbulos.
En todo caso Esmeraldas es un lugar inolvidable.
Esmeraldas ofrece a los turistas muchos lugares especiales para visitar como también su gastronomía y la rumba que por cierto es espectacular.
Playas, excelentes platos típicos, fiestas y cócteles, son los ingredientes para disfrutar de paseos inolvidables por muchos lugares.
Con los compañeros recorrimos museos, celebramos a “punte guitarra” la amistad, disfrutamos de un delicioso aguardiente y bailamos hasta el amanecer.
Recorrer los ríos y conversar con su gente son ingredientes que no pueden faltar.
ANÉCDOTA
Para nosotros los que somos de la sierra y viajamos a la costa, lo primero que se hace es tomar mucha cerveza y en la noche mientras cantamos alegremente celebramos con un aguardiente que no puede faltar. Pero con traguitos demás y al día siguiente el coordinador nos despierte y en tremendo “chuchaqui” nos invite a viajar en canoa hasta un museo perdido en la agreste vegetación y con un sol espectacular, eso es verdaderamente matador. Todos al final quedamos dormidos en la canoa y otros compañeros sonámbulos.
En todo caso Esmeraldas es un lugar inolvidable.
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